Este convenio interinstitucional entre el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Junta Central Electoral crea un marco de colaboración y coordinación que permitirá una organización más efectiva de las elecciones en el exterior, que tendrán lugar en el mes de este año. Este dará sustento jurídico a la obligación de este Ministerio de apoyar al órgano rector del proceso electoral, reflejando nuestro compromiso firme con extender el derecho al sufragio a todos los dominicanos en el exterior.
El acuerdo aporta, en primer lugar, mayor credibilidad al próximo proceso electoral. En segundo lugar, pone a disposición de la JCE los medios al alcance de este ministerio para que se cumpla con las normativas y expectativas de los países en cuyas jurisdicciones se llevarán a cabo los comicios, pues, que sepamos, República Dominicana es el único país del mundo que despliega dentro de otro Estado una logística de envergadura para celebrar elecciones en el exterior.
Pondremos todo nuestro empeño para que el esfuerzo de la Junta cumpla con su cometido. Sin embargo, hacia futuro debemos repensar nuestro proceso electoral en el exterior, considerando otros métodos más acordes con las tecnologías disponibles y nuestra realidad económica.
Debemos recalcar que, según la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, el Ministerio de Relaciones Exteriores es el único órgano competente para negociar y mediar con las autoridades de cada país donde se llevan a cabo nuestras elecciones en el exterior. El trabajo del MIREX se circunscribe al papel de interlocutor y facilitador ante gobiernos extranjeros de los procesos que debe llevar a cabo la JCE para celebrar el sufragio en los lugares donde se concentran nuestros dominicanos, con apego al derecho internacional y a las normas internas de cada Estado en particular.
Además de nuestros buenos oficios, ponemos a disposición de la Junta nuestras instalaciones en el exterior, para que, de ser necesario, sirvan de centros de votación.
Recordemos que para el 2020, el 7.9% de los votantes del padrón residían en el exterior, y para diciembre del 2023 el padrón en el exterior se situaba en 855 mil electores. Hoy hemos escuchado al presidente de la Junta Central Electoral informarnos que este ya totaliza 875,000 personas.
En este sentido, destacamos algunos de los objetivos más importantes del acuerdo, que incluyen: coordinar los trabajos para garantizar la participación de la comunidad dominicana en el exterior; delimitar los compromisos y responsabilidades entre la Junta Central Electoral y el Ministerio de Relaciones Exteriores; y establecer los mecanismos a nuestro alcance para solucionar las dificultades administrativas que puedan surgir durante la organización y celebración de las elecciones en el exterior.
Es fundamental señalar que este acuerdo se suma a otro firmado el pasado 13 de enero en Washington, entre el ministro de Relaciones Exteriores y el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), señor Luis Almagro. Este garantiza la concesión de inmunidades y protecciones a los integrantes de la misión de observación electoral de la OEA, permitiéndoles desempeñar sus funciones sin restricciones indebidas. Esto también es muy relevante, toda vez que la presencia de observadores internacionales se ha revelado como fundamental para garantizar el afianzamiento de nuestros procesos electorales, como lo demuestran nuestra propia historia y los acontecimientos recientes en la región.
Las misiones de observaciones electorales de la OEA, desde sus inicios en la década de 1960, han sido un factor de gran importancia en los comicios dominicanos. Basta recordar con especial énfasis las misiones de 1978 y 1994, cruciales para consolidar nuestra estabilidad democrática.
Cabe mencionar que este acuerdo se firma en medio de un contexto global y regional convulso, en el que, lamentablemente, se percibe un deterioro en los valores y los procesos democráticos y un serio debilitamiento del Estado de derecho. En varios países hermanos vemos que, o se intenta manipular la voluntad popular, o suprimirla.
Afortunadamente, nuestro país ha logrado mantener su estabilidad democrática, con elecciones cada vez más fiables, y con alternancia gubernamental desde 1978. Con sus luces y sombras, este logro no es obra del azar; es el resultado de los esfuerzos de la sociedad dominicana, incluyendo una dirigencia política responsable. Esto nos obliga a utilizar todos los medios a nuestro alcance para consolidar los avances y fortalecer nuestros procesos democráticos. La importancia de la celebración de elecciones justas, libres y transparentes para mantener la democracia no debe subestimarse.
Este acuerdo refleja nuestra firme determinación de avanzar hacia unas elecciones que reflejen la voluntad del pueblo dominicano en su sentido más abarcador. Reiteramos nuestro compromiso de fortalecer nuestras instituciones para que la alternancia democrática sea cada vez un camino más sólido y respetado.
Continuemos colaborando para asegurar que el certamen electoral del próximo mayo sea un ejemplo de excelencia democrática y continúe consolidando nuestra democracia, de la cual podemos sentir un merecido orgullo.