Este evento ha comenzado con la inauguración de una exposición fotográfica que presenta a víctimas de la trata de personas. Nada más oportuno para contar la historia de sobrevivientes de uno de los peores crímenes transnacionales, una preocupación constante tanto para la comunidad internacional como para nuestro gobierno en cuanto implica violaciones múltiples a los derechos humanos, a la dignidad humana, piedra angular de nuestra constitución. De igual manera, en nuestros pechos un broche con un corazón azul simboliza la imperante necesidad de apoyar a las víctimas y nos recuerda la insensibilidad de quienes compran y venden a otros seres humanos. Realmente a mí en lo personal, creo que hablo por todos, me cuesta tratar de entender la mente de una persona que comete tal crimen.
Este año, nos cobija el lema «Unidos contra la Trata de Personas: Protegiendo a la niñez y a la juventud». Este es un llamado urgente a no dejar a ningún niño atrás y a acelerar las acciones para poner fin a ese crimen.
Para ello, debemos seguir emprendiendo esfuerzos de modernización legislativa en materia de trata y tráfico de personas, a la vez que es imperativo abordar las causas fundamentales de la trata de personas, como son la pobreza, la falta de acceso a la educación y la atención médica, la discriminación, la violencia y todos los factores que hacen a las personas más vulnerables a la explotación. Debemos fortalecer nuestros programas de asistencia social y oportunidades de empleo para brindar una alternativa real a aquellos que son susceptibles a caer en las garras de los traficantes, y brindarles asistencia efectiva en caso de que ya se hayan convertido en víctimas.
Es fundamental reformar el enfoque en la persecución del tráfico ilegal de migrantes y la trata de personas, centrándonos vigorosamente en la captura y procesamiento de los traficantes. En ese sentido, dije en el día de ayer que estos crímenes deben ser considerados como crímenes contra la nación. En el contexto dominicano, es imperativo invertir este enfoque para detener de manera definitiva la puerta giratoria de la migración irregular. Si no combatimos efectivamente el tráfico la trata, cualquier otra medida resultará insuficiente,pírrica. Estos delitos representan graves amenazas contra nuestra nación y socavan los principios de justicia y seguridad que sustentan nuestra sociedad.
Para nuestro Ministerio es imperativo continuar con todos los esfuerzos a nuestro alcance para erradicar la trata de personas, objetivo que se alinea con dos ejes esenciales de nuestra política exterior: la defensa de los dominicanos y dominicanas en el exterior y la promoción de los derechos humanos. Para lograrlo, se requiere de un esfuerzo común, unificado, de todas las instituciones públicas y privadas, y de la sociedad. Los supervivientes, las víctimas de la trata merecen este esfuerzo.
Es bueno mencionar que los datos revelados por la Misión Internacional de Justicia son alentadores, mostrando una disminución en los casos de explotación sexual de niños, niñas y adolescentes en nuestra nación. Es un motivo de satisfacción saber que, gracias a los esfuerzos mancomunados de nuestras instituciones estatales, el porcentaje de explotación sexual comercial infantil ha disminuido desde el año 2014. Aprovechamos para felicitar de manera especial y destacar la encomiable labor que realizan el Despacho de la primera dama, el Ministerio de Mujer, la Procuraduría General de la República y la Policía Nacional en la atención concreta y cotidiana a las víctimas.
Sin embargo, aunque estos resultados son alentadores, no podemos permitirnos caer en la complacencia, ya que la trata de personas sigue afectando a muchos de nuestros y nuestras ciudadanos, especialmente a los más vulnerables.
En este sentido, el III Plan Nacional de Acción contra la Trata de Personas y el Tráfico Ilícito de Migrantes 2022-2024 es una herramienta esencial para abordar de manera integral esta problemática. A través de sus tres ejes estratégicos: prevención, persecución y protección, buscamos enfrentar la trata desde múltiples frentes, implementando políticas y acciones concretas para proteger a las víctimas, sancionar a los culpables y prevenir nuevos casos.
Además, uno de los logros destacables en la cooperación interinstitucional es la firma del Convenio Marco de Colaboración entre el MIREX y el Programa Supérate en materia de Trata de Personas, en el mes de febrero del año en curso, como parte de las políticas de protección para las víctimas dominicanas de trata de personas que retornan del exterior.
Nos acercamos a decisiones y acciones pensadas en función de lograr el bienestar y la reintegración social de las personas sobrevivientes de este delito, para que puedan tener acceso a la justicia, su inclusión en programas de asistencia social, formación y otras iniciativas para continuar con sus proyectos de vida.
Estimados todos y todas, en este Día Mundial contra la Trata de Personas, nuestro objetivo es visibilizar y enaltecer los esfuerzos del gobierno dominicano enfocados en la protección de las víctimas y su inserción en programas de reintegración y reparación del daño, especialmente respecto a la niñez. Nuestro deseo es abordar la trata desde la prevención del delito y garantizar la protección de todas las personas en nuestro territorio.
Esta es una batalla que no se gana de la noche a la mañana, pero nuestro firme compromiso nunca descansaremos hasta alcanzar una sociedad en la que todas las personas puedan vivir sin temor a ser explotadas, un futuro en el que el respeto a la dignidad humana sea la piedra angular.
Agradezco una vez más a todos los presentes por unirse en esta causa. Juntos, con determinación y perseverancia, llegaremos a todas las víctimas, no dejaremos a nadie atrás y lograremos que haya más protección y menos víctimas.
Muchas gracias!