Distinguida Señora Gloria Reyes, directora general de Supérate, viceministros, directores del MIREX que nos acompañan, funcionarios del programa Supérate, representantes de Organismos Internacionales, señoras y señores:
Hace no muchos meses, ustedes recordarán la opinión pública se hizo eco de los debates que surgieron alrededor de la presentación del proyecto de modificación de la ley 137-03 sobre tráfico ilícito de migrantes y trata de personas. Esta ley, tan necesaria, proyecto de ley que aún está, tan necesaria para enfrentar con éxito las redes de la violencia que operan alrededor de estos crímenes, aún no ha podido ver luz, pues los sectores con poder de decisión no hemos logrado ponernos de acuerdo para crear un marco integral para combatir este flagelo aunque estamos trabajando y no me cabe duda alguna de que lo vamos a lograr.
Se trata de un marco capaz de ofrecernos herramientas para identificar y proteger a las víctimas y para velar porque la justicia juegue efectivamente su rol reparador y establezca serias consecuencias para los victimarios. Esta tarea que aún pendiente es de capital importancia para todos los que tenemos un compromiso con la dignidad y la libertad de los seres humanos.
Para nuestro Ministerio, es un compromiso continuar con todos los esfuerzos de nuestro alcance para erradicar la trata de personas, objetivo que se alinea con dos ejes esenciales de nuestra Política Exterior, la defensa de los dominicanos en el exterior, que es el primer eje y la promoción de los derechos humanos, que es el tercer eje.
Para lograrlo, se requiere un esfuerzo común, unificado, de todas las instituciones públicas y privadas, los supervivientes, las víctimas de la trata merecen este esfuerzo.
Quiero contextualizar, el acto de firma que hoy. Este Ministerio de Relaciones Exteriores, como presidencia y miembro de la Comisión Interinstitucional contra la Trata de Personas y el Tráfico Ilícito de Migrantes (CITIM), trabajó el Plan Nacional de Acción 2022-2024, en el cual fue plasmado como objetivo el fortalecer la asistencia a los dominicanos y dominicanas en el exterior, especialmente a las víctimas de trata de personas, y esto implicaba protocolos y acuerdos interinstitucionales para ofrecerles asistencia integral.
Nos acercamos a decisiones y acciones pensadas en función de lograr el bienestar y la reintegración social de las personas sobrevivientes de este atroz delito, para que puedan tener acceso a la justicia, su inclusión en programas de asistencia social, formación y otras iniciativas para continuar con sus proyectos de vida.
Celebro, sinceramente, esta iniciativa en el marco de la cooperación interinstitucional que, gracias al trabajo de los equipos de este Ministerio y del Programa Supérate, da continuidad a las políticas de transformación del servicio consular, creando los mecanismos para que los dominicanos y dominicanas migrantes cuenten con el respaldo y las oportunidades necesarias para dejar atrás situaciones tan deshumanizantes como la trata de personas.
Finalmente, reconocemos en este convenio una política pública transversal y coherente a la Constitución de la República, a la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030 y la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, todo ello en interés de proteger la dignidad de las personas y garantizar el respeto a sus derechos humanos.
Muchas gracias