Santo Domingo de Guzmán, República Dominicana.- El Ministerio de Relaciones Exteriores y la Sociedad Dominicana de Bibliófilos pusieron en circulación el libro “Historia Diplomática de Santo Domingo 1492- 1879”, en el cual su autor, Carlos Federico Pérez, ayuda a entender los acontecimientos políticos y sociales relacionados con la evolución de la diplomacia ocurridos en el país y en el plano internacional durante este período.
El acto de presentación de la nueva publicación se llevó a cabo en el salón Verde del MIREX, con las palabras del viceministro de Política Exterior Multilateral y prologuista de la obra, Rubén Silié, en representación del canciller Roberto Álvarez; el presidente de los Bibliófilos, Dennis Simó Torres; la directora de Diplomacia Especializada del Ministerio, María Alejandra Castillo; y en representación de la familia del fallecido autor del libro, José Manuel Batlle.
A la actividad asistieron directivos de la Sociedad de Bibliófilos, funcionarios de la Cancillería, escritores, intelectuales y personalidades vinculados a la diplomática y a las letras.
El viceministro Silié expresó que el sello más propio de este libro es la referencia y análisis del factor decisivo que han tenido las relaciones internacionales en la conformación de nuestra historia, pues, a juicio del autor “… necesario es hacer la distinción entre las naciones que ejercen el poder y las que sin poseerlo han quedado sujetas en el curso de su historia, por determinadas circunstancias, a los efectos de las decisiones de las más poderosas”.
De su lado, Simó Torres explicó que este libro pertenece a la Colección de Cultura Dominicana, segunda época, y agradeció al MIREX y al canciller Álvarez por haber aportado los fondos para la impresión, así como a la autorización de la viuda delautor, Julia Marian Ornes Arzeno, sus hijos Nora Pérez Ornes, José Carlos Pérez Ornes y Francisco José Batlle Pérez.
La publicación hace referencia a la influencia de la creación y difusión de los organismos internacionales y cómo contribuyeron al incremento de las gestiones de la diplomacia en el Caribe, América y en naciones del resto del mundo.
“Nos complace invitarles a disfrutar de la lectura de esta obra, enriquecida con las vivencias del autor, y que a pesar de los años en que fue escrita, conserva hoy gran actualidad, por su contenido histórico, apreciaciones y conclusiones acerca de la evolución en la historia diplomática de Santo Domingo”, precisó Simó Torres.
La primera parte de la obra fue editada en 1973, abarca desde el descubrimiento de América hasta el 1861 y la publicación póstuma del 1998, corresponde al segundo tomo y abarca desde 1861 al 1879.
Los dos tomos anteriores fueron editados por la Universidad Pedro Henríquez Ureña (UNPHU) y para la presente ediciónfueron compendiados en un solo tomo.
El autor ha legado importantes aportes con las obras como son “El sentido de la naturaleza en la novela hispanoamericana”, “Justo Sierra y la Cultura Hispanoamericana”, “Evolución Poética Dominicana” (Premio Nacional de Literatura), “La experiencia de Martín Fierro”, “Juan, Mientras la Ciudad Crecía”(novela), “Obra poética de José Joaquín Pérez”, “La Ciudad Herida” (novela), “El pensamiento y la acción en la vida de Juan Pablo Duarte” (Premio Interamericano de la OEA), e “Historia Diplomática de Santo Domingo”, volumen II, en 1998 (post-mortem).
Sobre el autor
Carlos Federico Pérez nació el 26 de marzo de 1912, fue un consagrado escritor, periodista, diplomático, ensayista, profesor, historiador y novelista. Doctor en Filosofía y Letras egresado de la Universidad de Santo Domingo en 1946.
Cuando se fundó la Universidad Pedro Henríquez Ureña presentó el proyecto para la creación de la Escuela de Servicios Internacionales, con la finalidad de que el país pudiera contar con una escuela de formación para los que desempeñan labor diplomática. En esta escuela realizó una extensa labor docente de organización para crear las bases de la institución.
Inicia su carrera diplomática en la Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores como empleado de menor categoría. Por su dedicación y amor al trabajo fue promovido a otros cargos de mayor relevancia en el mismo Ministerio. Desde 1950 hasta 1953 fue subsecretario de Estado de Relaciones Exteriores, embajador en Argentina desde 1953 a 1956, en la Subsecretaría de Relaciones Exteriores del 1958 al 1963, embajador en Japón de 1963-1965.
Fue canciller de la República en 1966, embajador en México de 1981 a 1983 y luego embajador Adscrito a la Cancillería.
Desempeñó otros cargos relacionados con la diplomacia como presidente del Instituto Domínico-japonés, realizando allí una fructífera labor para fomentar los vínculos culturales y educativos con esa nación.
Falleció en Santo Domingo el día 25 de septiembre de 1984, a la edad de 72 años
