Nos llena de profundo orgullo celebrar en el Palacio Nacional este acto de apoyo a la democracia en Venezuela. Los pueblos dominicano y venezolano no solo han sido hermanados por la cultura y la geografía, sino que comparten una historia común de solidaridad y lucha democrática. Venezuela ha sido a lo largo de la historia un hogar adoptivo para miles de dominicanos, incluyendo al más ilustre de todos, Juan Pablo Duarte, y en varias ocasiones, cuando nuestra democracia estuvo bajo asedio, el pueblo venezolano y su gobierno defendieron los más altos ideales de libertad y justicia para República Dominicana.
De igual modo, ante la prolongada crisis política y social que atraviesa Venezuela, decenas de miles de sus connacionales han encontrado aquí una segunda patria y en el gobierno del presidente Luis Abinader un aliado firme para que ese país retorne al sendero de la democracia. Precisamente, uno de los pilares fundamentales de la política exterior dominicana es la promoción de los valores democráticos y la defensa de los derechos humanos.
Recibimos calurosamente a Edmundo González Urrutia, a todas luces, el candidato más votado por el pueblo venezolano en las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio. Lo acompaña un valioso grupo de venezolanos que defienden la voluntad popular expresada masivamente a favor de la democracia.
Saludamos también, a la distinguida delegación de expresidentes latinoamericanos que honran a nuestra región por su compromiso con la libertad.
Desde hace más de cuatro años, hemos unido nuestra voz a la de otros gobiernos para respaldar a quienes demandan el respeto a los derechos humanos, las libertades fundamentales y la dignidad del pueblo venezolano. La gravedad y sistematicidad de las violaciones de derechos humanos cometidas por el régimen instalado en Venezuela han sido denunciadas por múltiples informes internacionales, incluso el fiscal de la Corte Penal Internacional ha abierto una investigación por crímenes de lesa humanidad. Además, este pasado martes, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos calificó de terrorismo de Estado las actuaciones del régimen en la coyuntura pre y poselectoral.
En la declaración de Santo Domingo junto a 22 gobiernos y la Unión Europea, condenamos con firmeza los atropellos contra las instituciones democráticas y el uso de la violencia política, agravados tras el fraude electoral del 28 de julio. Dicho fraude fue constatado por el Centro Carter, organismo independiente de reconocido prestigio internacional, que acompañó todas las elecciones en Venezuela desde 1998.
República Dominicana ratifica su compromiso de continuar colaborando con la comunidad internacional para promover la paz, la estabilidad y la democracia en Venezuela. Hoy más que nunca, nuestra región requiere una Venezuela reconciliada, próspera y con sus instituciones fortalecidas. Llamamos a la sensatez, al entendimiento y a la unidad, convencidos de que solo el diálogo sincero y constructivo podrá devolver al pueblo venezolano la paz que merece.
Confiamos plenamente en que la voluntad popular, manifestada en las urnas, prevalecerá para que Venezuela recupere plenamente la democracia y se respeten los derechos humanos.
Tal y como lo expresó el presidente Luis Abinader en su juramentación, «República Dominicana estará siempre del lado de la democracia, donde sea, cuando sea y ante quien sea».
Bienvenidos y que viva la libertad.
¡Muchas gracias!