Los ministros de relaciones exteriores de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, reunidos en Nueva York en el marco del 77 Período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Refirmando los valores y principios comunes de CELAC relativos a, la democracia, el respeto de los Derechos Humanos y las libertades fundamentales, incluido el derecho al desarrollo, sostenible, la cooperación, la complementariedad y la solidaridad
Subrayando nuestro compromiso por la consolidación de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, proclamada formalmente en la II Cumbre de la CELAC, celebrada en La Habana, en enero de 2014 y como un referente para las relaciones interestatales, y que contribuye al clima de respeto mutuo y fomento de la confianza entre los Estados miembros de la CELAC.
Ratificando las Declaraciones Especiales de apoyo a la lucha contra el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones, de las Cumbres de la CELAC de 2013, 2014, 2015 y 2016; y las Declaraciones Especiales sobre el tráfico ilícito de armas pequeñas, ligeras en todos sus aspectos en América Latina y el Caribe, de las Cumbres de 2014 y 2015, para prevenir, combatir y erradicar las armas pequeñas y ligeras.
Expresando profunda preocupación por el progresivo deterioro de la situación de seguridad pública y humanitaria en la República de Haití.
Encomiando a la Comunidad del Caribe (CARICOM) por sus valiosos aportes y buenos oficios en la búsqueda de consensos regionales para enfrentar los retos que afectan a los Estados del Caribe y en especial a Haití.
Reconociendo la necesidad de alcanzar consensos regionales y extra regionales que, con la anuencia y participación de Haití, permitan brindarle apoyo para enfrentar la proliferación del crimen organizado combatir el tráfico ilícito de armas y el fortalecimiento de la seguridad ciudadana.
Destacando los esfuerzos internacionales de acompañamiento al proceso de diálogo entre el gobierno y los distintos partidos políticos e instituciones de la sociedad haitiana con el objetivo de trazar una hoja de ruta que les permita salir de la compleja crisis que les aqueja.
En virtud de lo anterior, convenimos:
Declarar de gran importancia para la paz y la seguridad de la hermandad latinoamericana y caribeña la situación de la República de Haití. En ese sentido, la CELAC mantendrá en agenda, como tema prioritario, el seguimiento a la situación del hermano país.
Prestar atención a la grave situación humanitaria en Haití por sus implicaciones para la paz y seguridad de la región. Esta Comunidad mantendrá en agenda el seguimiento a la situación del hermano país.
Reconocer que todos los esfuerzos multilaterales que puedan realizarse en apoyo al pueblo haitiano solo podrán tener resultados sostenibles y perdurables en el tiempo durables si se parte de la voluntad de todos los actores sociales de ese país esa sociedad.
Apoyar los esfuerzos del Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas para elevar a conocimiento del Consejo de Seguridad y las diversas agencias y programas especializados de la organización, la obligación de prestar la mayor atención a la compleja situación que enfrenta la sociedad haitiana.
Exhortar, a los Estados Miembros de conformidad con la resolución 2645 (2022) del Consejo de Seguridad de la ONU, a que detengan y prohíban la transferencia y comercio de armas pequeñas, armas ligeras y municiones a todos los agentes que participen de actos de violencia de bandas, actividades delictivas o abusos de los derechos humanos en Haití y al mismo tiempo proporcionen ayuda para combatir el tráfico de personas, en particular, el tráfico de niños
Conminar a que se fortalezcan las operaciones de control de la actividad ilícita del narcotráfico y la lucha contra las organizaciones de crimen organizado que desestabilizan la seguridad y socavan la gobernanza en la isla.